martes, 28 de noviembre de 2006

Por sus ojos un muerto me validan.

Dedicado a J.C.V.

Sufro el vacío agónico que está a mi lado
como un torso herido, como un dorso humeado.
Lo sufro, y lo sufro y lo palpo en dos besos bajando;
lo busco entre las frentes que no he mantenido
y de ésas es sólo una la que está marcada
por mi nombre y mis temores, de ella un rosal de Lorcas locas
bajan a encontrarme desnudo entre las flechas del niño Valente errante.

Sólo es una de las sombras
que sigo: busco dolor pedecedero
para mis nombres poder nombrar,
y sacarme la cabeza del abismal, caótico y temblante.
Un tenerlo, como joya persa.
Sólo tenedlo, mientras sus brillos
me enloquecen las danzas, que por ellas bailo.

y de ojos a pies toco una mejilla
un agua nocturna de sal-muera púrpura con un labio a tiemblos,
buscando los fuegos de eclipses eternal
espara no dejadme que en las crujientes cascadas de arañas termales
sin razón entre en ellas.

Por sus ojos un muerto me validan
por sus ojos yo no diré nada
hasta que atraviese su centuria de rosio
que de pantanos levantados me suspende.

No diré los sonidos fuertes,
pues ellos en ogros sangrientos y sedientos
han de convertirme.

Por tus ojos un muerto me validan
por tus formas el verso te convida
te siente y te señala.

por tus formas es que yo ruego no estar
con el corazón entre los vértices de las manos turbias y
las pupilas clavadas a un árbol de daguerrotipos.
Por tus horas, tus centesimas, tus milimetros acentuados
con los rayos de maduras espumas
son por lo que yo pido esta ascención;
que el verso último no me sea avaro y marcado
ya todo que dio vueltas con las sangres extasiadas,
se extienda lento, muy lento
casi tocandote como en el segundo del beso.

Paulo San Páris.

No hay comentarios: