jueves, 30 de noviembre de 2006

1973...

Vimos a los leones surcar los cielos
de un Septiembre agonizado...
Eufóricos torbellinos
asaltanos los nombre y los números
en que gozabamos.
La intersección hilarate de cielos mostró los esqueletos
y las estrias derramadas.
Una canción compleja.
Una ecuación dispareja...
Y así los ríos pusieron auxilangoy termópilas,
en ves de llamado...
siguieron clavando los trajes de colores profanos;
donde las estrellas hacen al ombro cada vez más largo,
como si un demonio maestro le avalara la tesis:
que el íltimo clavo se tiene que precisar en los iños (por la razón o la juerza)...

Paulo San Páris.

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